miércoles, 27 de mayo de 2009

Ola de violencia en Irak


La ola de violencia que sacude Irak desde abril se ha cobrado la vida de al menos 60 personas en las últimas 24 horas.

La acción más sangrienta perpetrada este jueves ha matado a una quincena de personas, entre ellas 3 soldados estadounidenses, blanco del atentado. El ataque suicida se registró en un mercado del sur de Bagdad.

La ciudad de Kirkuk, en el norte del país, también fue escenario de violencia. Otro kamikaze hizo estallar la carga que llevaba adosada en una comisaría.

Esta ola de violencia pone de manifiesto los problemas de seguridad en el país, apenas unas semanas antes de que las tropas estadounidenses empiecen a abandonar las primeras poblaciones iraquíes; una retirada que deberá completarse para finales de 2011.
Bagdad y la provincia de Diyala son los principales escenarios de violencia. En el noroeste de la capital iraquí, este jueves han comenzado a enterrar a las víctimas del atentado de ayer en el barrio de mayoría chií de Sula. En torno a 40 personas perdieron la vida y cerca de un centenar resultaron heridas.

Menuda mierda

miércoles, 20 de mayo de 2009

Piratas de nuevoen Somalia


En su libro Villains of all nations (Villanos de todas las naciones), el historiador Marcus Rediker escudriña las pruebas para averiguarlo. Entonces, si te alistabas en la Marina Mercante o en la Marina británica –reclutado en los muelles de Londres, joven y hambriento– terminabas en un infierno flotante de madera.
Trabajas a todas horas en un buque angosto y medio muerto de hambre, y si remoloneabas algo, el todo poderoso capitán te azotaba. Si remoloneabas constantemente, te podrían tirar por la borda.
Y despues de meses o años soportando esto, a veces te timaban en la paga.
Los piratas fueron los primeros en rebelarse contra este mundo.
Se amotinaron contra sus capitanes tiránicos y crearon un modo distinto de trabajar en la mar. Una vez tomado un buque, los piratas elegían a su capitán, y tomaban todas sus decisiones colectivamente.
Compartían el botín, lo que describe Rediker como “uno de los planes más igualitarios del siglo dieciocho para aprovechar los recursos disponibles”. Hasta acogían a esclavos africanos y convivían con ellos como iguales. Los piratas demostraron “de forma bastante clara y subversiva que no hacía falta llevar el buque en la manera opresiva y brutal que lo hacían la Marina Mercante y la Marina británica”.
Es por esto que eran populares, a pesar de ser ladrones improductivos.
Las palabras de un pirata de esa edad perdida –un joven británico llamado William Scott– deberían tener eco en esta nueva edad de piratería. Justo antes de que lo ahorcaran en Charleston, Carolina del Sur, dijo: “Lo que hice fue para no perecer. Fui obligado a hacerme pirata para sobrevivir”.
En 1991, cayó el gobierno de Somalía, situado en el Cuerno de Africa. Sus nueve millones de habitantes han estado al borde de morirse de hambre desde entonces y muchas de las fuerzas más feas del mundo occidental han visto ésto como una estupenda oportunidad para robar las provisiones de comida del país y verter nuestros residuos nucleares en sus mares.
Si: residuos nucleares. En cuanto desapareció el gobierno, llegaban misteriosamente buques europeos a la costa de Somalía, vertiendo enormes barriles en el océano. La población de la costa empezaba a enfermar. Al principio, padecieron extrañas erupciones, náusea, y nacieron niños malformados.
Entonces, despues del tsunami de 2005, cientos de estos barriles vertidos y con fugas terminaron en la orilla.
La gente empezó a enfermar de la radiación, y más de 300 personas murieron. Ahmedou Ould-Abdallah, el enviado de Naciones Unidas a Somalía, declara: “Alguien está vertiendo material nuclear aquí. También hay plomo, y materiales pesados, tales como cadmio y mercurio o sea, de todo.”
Se puede seguir su rastro hasta los hospitales y las fábricas europeos, y se entrega a la mafia italiana para que ésta se deshaga de ello de la manera menos costosa.
Cuando pregunté a Ould-Abdallah que hacían los gobiernos italianos para combatir esto, dijo con un suspiro: “Nada. Ni se ha limpiado, ni ha habido compensación ni prevención.”
Al mismo tiempo, otros buques europeos han estado saqueando los mares de Somalía de su mayor recurso: el marisco.
Hemos destruído nuestras propias existencias de pesca por sobreexplotación y ahora queremos las suyas.
Enormes palangreros roban cada año más de 300 millones de dólares en atún, gambas, langosta, etc. al internarse ilegalmente en los mares no protegidos de Somalía.
Los pescadores locales han perdido de buenas a primeras su sustento, y se están muriendo de hambre. Mohammed Hussein, un pescador de la ciudad de Marka, a 100 kilómetros de Mogadishu, declaró a Reuters: “Si no se hace nada, pronto no quedará pesca en las aguas de nuestra costa”.
Este es el contexto en el que han surgido los hombres que nosotros llamamos “piratas”. Todo el mundo está de acuerdo en que eran pescadores corrientes somalíes que primero intentaron disuadir con lanchas veloces a los que vertían residuos desde los palangreros o por lo menos cobrarles un tributo.
Se llaman a si mismos los Guardacostas Voluntarios de Somalía y no es difícil entender por qué. En el transcurso de una entrevista telefónica surrealista, uno de los dirigentes piratas, Sugule Ali, dijo que su propósito era “parar la pesca ilegal y vertidos en nuestras aguas... No nos consideramos bandidos de los mares.
Los bandidos son aquellos que pescan, vierten residuos y llevan armas en nuestros mares.” William Scott habría entendido estas palabras.
No, esto no justifica la toma de rehenes, y si, algunos son evidentemente gángsters especialmente aquellos que han retenido los suministros del Programa Mundial de Alimentos.
Pero los “piratas” tienen el apoyo abrumador de la población local por algo. El sitio web de noticias independiente somalí WardherNews encuestó a la población local sobre su opinión del tema, un 70% “apoyó la piratería como forma de defensa nacional de las aguas territoriales del país”.
Durante la Guerra de Independencia de Estados Unidos, George Washington y los padres fundadores pagaron a piratas para proteger las aguas territoriales de su país porque no tenían marina ni guardacostas propios. La mayoría de los estadounidenses los apoyaron. ¿Es ésto tan diferente?...
¿Esperábamos que los somalíes hambrientos nos mirasen pasivamente desde sus playas o mares en medio de nuestros residuos nucleares mientras robábamos sus peces para comerlos en los restaurantes de Londres, París y Roma?...
No actuamos cuando se cometían estos crímenes pero cuando algunos pescadores respondieron interrumpiendo el pasillo de tránsito del 20% del suministro de petróleo mundial, empezamos a gritar sobre la “maldad”.
Si de verdad queremos ocuparnos de la piratería, necesitamos erradicar su causa –nuestros crímenes– antes de mandar los cañoneros para erradicar a los criminales somalíes.
La guerra contra la piratería, también ésta de 2009, fue resumida por otro pirata que vivió y murió en el cuarto siglo antes de Cristo.
Se le capturó y llevó ante Alejandro Magno, que quiso saber “que quería decir con guardar el mar”.
El pirata sonrió y respondió: “Lo que quiere decir Vd. con apoderarse de toda la tierra; pero como yo lo hago con un barco insignificante, soy un ladrón, mientras que a Vd., que lo hace con una gran flota, lo llaman emperador.”

ODIO ESTA MIERDA

miércoles, 6 de mayo de 2009

NOS AUSENTAMOS UN TIEMPO

Lamentamos no haber actualizado el blog durante estas semanas, ha sido a causa de unas grabaciones que estamos realizando para nuestro blog principal.
Perdonen las molestias, volveremos pronto!
Comentad POR FAVOR!

sois todos maricones